Espectros emergentes

 

 

“Espectros emergentes” es una evolución artística que explora lo intangible, lo efímero y lo que apenas se insinúa dentro del espacio visual. En esta serie, las veladuras blancas no solo difuminan los límites entre las formas, sino que las despojan de su solidez, creando un mundo donde la figura y el fondo se fusionan y se disuelven entre sí.

 

Cada pieza de “Espectros emergentes” cuestiona la naturaleza de la percepción. Las capas de pintura delicadamente aplicadas permiten al ojo recorrer la superficie en busca de algo concreto, pero en lugar de encontrar una forma definida, se enfrenta a la incertidumbre. Las formas, que podrían ser objetos, cuerpos o paisajes, se vuelven borrosas, etéreas, como si estuvieran en constante estado de transformación.

 

El concepto de “emergente” en esta serie tiene implicaciones más profundas. No se trata sólo de lo que se difumina visualmente, sino de lo que escapa a la categorización simple. Estas obras invitan a la reflexión sobre lo que se encuentra entre los márgenes, en los espacios ambiguos que rara vez nos tomamos el tiempo de observar. El espectador se ve obligado a detener la mirada, a aceptar la ambigüedad como parte intrínseca de la obra y de la experiencia artística en sí.

 

La paleta de colores, centrada en los blancos y los tonos suaves, refuerza las ideas de sutileza y misterio. El blanco, en su infinita variabilidad, no es mera ausencia de color, sino acumulación de posibilidades. Las capas de veladuras permiten que la luz juegue un papel esencial, creando sombras suaves y zonas luminosas que parecen flotar sobre la superficie del lienzo.

 

En definitiva, “Espectros emergentes” es una reflexión sobre la fragilidad de la forma y la percepción. Lo que el espectador cree ver no es más que un momento fugaz de una realidad en constante cambio, un eco visual de lo que podría haber sido o de lo que está por venir. En esta serie, la incertidumbre no es un obstáculo sino una puerta a nuevas interpretaciones, un recordatorio de que el arte, como la vida, rara vez ofrece respuestas claras.